jueves, 17 de mayo de 2012

y así van las cosas...

Había una vez cuatro individuos que se llamaban: 
Todo el mundo, Cada uno, Alguien y Nadie
Había un  importante trabajo que hacer
y se pidió a Todo el mundo hacerlo. 
Pero Todo el mundo estaba seguro que Alguien lo iba a hacer
Cada uno podría haberlo hecho pero en realidad Nadie lo hizo
Alguien se enfado, porque el trabajo era de Todo el mundo 
Y de nuevo Todo el mundo pensó que Cada uno podía hacerlo
Y Nadie no dudaba que Alguien lo haría

~A fin de cuentas, Todo el mundo hizo reproches a Cada uno,
porque Nadie había hecho lo que Alguien podía hacer.~


domingo, 6 de mayo de 2012

Quién me ha robado el mes de Abril?

Y sabes qué?...ya, después de todo, todo poco me importa. Me he acostumbrado a tener que caminar con viento. Ha salir de casa sin peinarme. Ha caminar sin tener que ver a donde voy. A sonreír, sintiéndome mal, y que remedio!? Si no lo hay. Dicen que el tiempo, el Dr. Tiempo que solo sana lo que ya no importa,  que solo cura lo que ya ha pasado. Y si hablamos de pasar, yo ya he pasado página, páginas de este libro que se acaba, ya le di la vuelta a la portada.

He buscado formulas para algo que no tiene nada que ver con las matemáticas. He buscado formulas como si esto fuera por esos lados. Y qué hago? Dejo de sentir. Aquí pongo en práctica mis clases de Faquir. Si el dolor no existe? Porque todos hablamos de él?... Si el dolor no existe? Porque los niños lloran cuando se caen?...concentración. Lo que no mata cura.

Y a lo mejor ya no sonríes, a  lomejor el viento ya te da igual, y también te deja de importar que no hayan más páginas que leer. Y dejas de sentir. Dejas de sentir todo. Incluso el dolor. Si, el dolor no existe, si, puedo dormir en una cama de clavos…era  lo que te decía, concentración.

Concentración, para borrarlo todo. Respira hondo. Y a lo mejor el gris se va volviendo blanco. Si, se va volviendo blanco.  No queda nada. Solo el blanco. Has dejado de sentir, y extrañamente vuelves a sonreír. Qué tal ahora?...seguro que mejor.

Y ella con los ojos cerrados, entre todo ese oleaje de corrientes de aire, volvió a sentir el viento chocar en su nuca y en su cara se dibujo una sonrisa.